Alguna vez durante una entrevista para la XEW el bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes le preguntó a Agustín Lara cómo había compuesto a España sin conocerla, a lo que el maestro contestó: “También le compuse a las mujeres sin conocerlas…”.
Agustín Lara, el músico-poeta y flaco de oro de Tlacotalpan es, sin lugar a dudas, uno de los más célebres representantes del luminoso firmamento musical de México ante el mundo, testigo de sucesos musicales que se entrelaza en obras como Granada, Solamente una vez, Piensa en mí o María Bonita; sin embargo, la prolífica aportación de su obra sigue encerrando un halo de misterio en un exquisito repertorio-tesoro hasta hoy desconocido, motivo que ha despertado la pasión, querido bohemio lector irredento, de grandes escritores, periodistas, intelectuales e, incluso, nuevas generaciones que nos dejamos llevar por la seducción del cancionero mágico que constituyó su propio mundo entre aventureras pecadoras, puertos hechiceros, cognac cordon bleu, humo etéreo, teclados interminables y una caprichosa musa, a veces omnisciente, como fuente de su sibarita inspiración. Hoy, imbatible cómplice bohemio, le descubriré las suites, hasta hoy desconocidas de Agustín Lara, quien le compuso al mundo sin conocerlo.
Suite española
Partiendo de la popularidad, sin duda es la inspirada por España, la suite que mayores adeptos encontró la producción de Lara a partir de los años 30, cifrada en el embrujo gitano, la bulería y soleá, los romancillos, el casticismo, la fiesta brava y el sueño ibérico. Obras (Pasodoble, Jota, Pasacalle, Mazurka, Marcha, Chotís…) como Granada, Murcia, Aragón, Madrid, Toledo, Sevilla, Peteneras, Castilla, Valencia, Clavel sevillano, Cuerdas de mi guitarra, La Carmen de Chamberí, Españolerías, Saca los Nardos, Gitanillo, Cortijera, La Guapa, Navarra, Soldado, Ay Manito, Los Cuatro Gatos, Gitanillo, Ventanita Colonial, De riguroso Chotís, Lamento español, La Faraona, Suerte Loca o los inmortales pasodobles dedicados a los grandes matadores Fermín (Rivera), Silverio (Pérez), Manolete, Novillero o El Cordobés (Manuel Benítez) son un claro ejemplo del amor que durante toda su vida el maestro le profesó a España y su deslumbrante cultura.
Lara no conoció la madre patria sino hasta 1954 cuando el Casino Español de la Ciudad de México le organizó su primer viaje. Años después el generalísimo Francisco Franco, gran admirador de su música, lo nombró en 1966 «Ciudadano Honorario de España». Dos años antes, el 12 de junio de 1964 el Ayuntamiento de Granada le nombró «Hijo Adoptivo». Ante tal motivo el compositor declaró a la prensa: «No he venido a pisar la tierra de Granada sino a besarla con los labios y el corazón.»
Suite de Tangos
Es bien sabido que en los inicios del compositor, a fines de los años 20, más que el bolero fueron el Tango y el Fox-trot algunos de los ritmos más populares en México. Por lo tanto, las primeras composiciones de nuestro flaco abarcan en su mayoría dichos géneros, siendo el Tango el vehículo principal en el que el arrabal, el malevaje y los cafetines porteños llegaron a la inacabable inspiración del flaco, quien en su suite de tangos comprende más de una veintena, entre los cuales encontramos títulos como: De noche, Adiós, Canalla, Mentira, Mujercita, Sintiendo una pena, Lejos, Reproche, Carita de cielo, Bonita, Con ganas de perder, Latido, Vuelve otra vez, No tengo la culpa, El Cofre, Cómo te extraño, Lo de siempre, Noche de Tango o el inmortal Arráncame la vida.
Suite de Cabelleras
El embrujo de la cabellera jugó un papel fundamental en ese torrente caudaloso de inspiración cifrada en la musa. Lara supo enaltecer cuatro cabelleras con auténticas odas bolerísticas a los matices, policromías y texturas capilares: Cabellera Negra (1931), Cabellera Roja (1938, tropical hollidays Rita Hayworth) y Cabellera Rubia (1929), destacando la más blanca de todas sus canciones, ”Cabellera Blanca” (1932), que el músico-poeta dedica a la anciana a través de figuras maravillosas referidas en el “ovillo de ternura”, la “escarcha de leyenda” o un “invierno hecho de llanto cuajado en tu cabeza”. “Rubia y morena” es una canción aparte.
Suite de Medio Oriente
Ya hemos mencionado, dilecto bohemio lector, que no solamente Agustín le compuso a España sin conocerla sino también a muchos otros rincones del mundo, dejándose atrapar por la atávica y milenaria seducción cultural de África y Oriente Medio en canciones como Morena (1931), Arabia (1933), Tánger (1933), Casablanca (1943) y Esclava (1932), cuyas grabaciones difícilmente registran más de dos versiones, incluyendo las del propio Lara.
Suite francesa
Desde niño el maestro tuvo una cercanía natural con Francia a partir de su ingreso al Colegio Liceo Fournier en donde adoptó el francés como su segunda lengua. A partir de la literatura y su formación franco-mexicana, la influencia y la exquisitez del país galo determinó notoriamente la poesía y la musicalidad de nuestro compositor. Su primer viaje a París fue un obsequio de don Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien para entonces era el principal impulsor de Lara a través de su emisora insignia: XEW. Personajes de la talla de Charles de Gaulle y Edith Piaf fueron infatigables admiradores del flaco de oro, a quien visitaron en México en distintas ocasiones. Esporádicamente el autor de ”Mujer” recitaba poesía en francés y en su programa de radio, La hora íntima, habitualmente refería anécdotas de sus hazañas parisinas a las que compuso poemas y canciones en el idioma de Rimbaud y Verlaine, quedando flechado por más de una musa en el barrio bohemio de Montmartre. El repertorio de la suite francesa abarca ritmos como vals, java, foxtrot, bolero o cuplé: Rosa de Francia, La bola negra, Tonadita (1935), Muñeca (1932), Pour toi (en francés), Música de Francia, Rapsodia en Rosa, Lágrimas de Francia, Francesa mía, Entre nous deux, Je voudrais bien savoir Zumba o Entre los dos (en francés).
Suite americana
El inagotable cancionero lariano también abarcó piezas dedicadas a algunas capitales de América tales como Lima, Bogotá, Habana, Brasil y Bamboleo. Incluso, dicho repertorio incluye dos obras dedicadas a Estados Unidos: Broadway adiós (1942) y Rancho de Texas (1967). Existe también un hermoso Bolero beguine que se intitula Noches de Honolulú (1936) que grabara el barítono de Argel, Emilio Tuero.
Suite Caribe/ Veracruz
A partir del descubrimiento de Toña la negra, Lara encontró una veta magnífica que le permitió componer canciones especiales para la exclusiva interpretación de ”La sensación jarocha”. El intercambio constante entre Cuba y Veracruz con palmeras compartidas entretejió maravillosas creaciones entre las que se encuentran: Oración Caribe, Sueño guajiro, Camagüey, Sol de Veracruz, Lindo Veracruz, La Cumbancha, Veracruz, Noche Criolla, Habana, El Mosiú se puso bravo, El Coquero, El Panquelero, Caña Brava, Coplas guajiras, Ojos cubanos, Fasiquillo, Lamento Jarocho, La clave azul o A la sombra del Guayabal.
Suite militar
El estilo de vida castrense y marcial también estuvo presente en la obra del genial Agustín Lara comprendiéndose la suite militar en tres obras: Valiente/ Soldado (1937), Cantar del regimiento (1942, dedicada al Gral. Ávila Camacho) y El adiós del marino (1945).
Suite mexicana
Lara enalteció, como pocos, la poética nacionalista, dibujando algunos de los paisajes sonoros más representativos de México. La suite mexicana comprende las siguientes canciones: Xochimilco, Janitzio, Veracruz, Monterrey, Marimba, Jarana, Yucateca y Noche mexicana y Tierra mexicana, campanita de mi tierra
Suite Ranchera
Aunque su repertorio fue abundante en bolero, clave, foxtrot, pasodoble, tango, pasillo o marcha, la canción ranchera también tuvo cabida en la fecunda obra del inspirado compositor: Se me hizo fácil, Aquel amor, Quién me lo manda, La Nopalera, Mire nomás, Adiós mi Juan, Poco a poquito, Para qué me la quitas, Adiós Nicanor, Arroyito, Coplas de mi compadre, Amapolita, Tehuanita, El capulín, A lo macho, Paloma torcaza, Cenicienta, Cómo me gusta y Cuatro noches son claros ejemplos del repertorio vernáculo larista.
Suite de Aves
Golondrina, Paloma torcaza, Soy un pajarito, Palomita, Gorrioncito, Cisne, Alondra, Las Golondrinas,
Flores
Flor de lys, Florecita, Flores de cafetal, Lirio de Shanghai, Crisantema, Rosa de Francia, Rosa, Rosa Castellana
Vaya pues, cómplice sibarita del domingo, mi mejor abrazo amenizado con orquesta de solistas y campanas repicantes a través del fondo musical de la suite del mundo de Ángel Agustín María Carlos Fausto Alfonso Mariano del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, hoy recordado simplemente como Agustín Lara. Me despido, como es costumbre, recordándole que espero su comunicación a mi correo electrónico que yo siempre contesto: rodrigodelacadena@yahoo.com